EUROPA, ¡¿NOBEL DE LA PAZ?!
“Estoy dispuesto a hacer cualquier
sacrificio con tal de evitar la intervención de Baleares.” José Ramón
Bauzá

Estados Unidos, a pesar de las numerosas pérdidas humanas y
gracias a que las bajas se contaban por soldados y no por civiles, salió
beneficiada de la 2ª Guerra Mundial. Además, sus ciudades e industrias quedaron intactas,
a diferencia de una destruida Europa. Pero el crecimiento económico
norteamericano se vería estancado si no recuperaba a su viejo socio comercial,
que era precisamente el arrasado viejo continente. El toma y daca, el trueque,
es imprescindible para mantener viva la economía. Recuerden que en el clásico
juego del Monopoly, el vencedor, al
quedarse absolutamente con todo, se queda a la vez sin nadie a quien vender ni
nada que comprar: es imprescindible reiniciar el juego partiendo de cero, con
equidad monetaria para cada participante (en la vida real el vencedor va
prestando pequeñas sumas sujetas a interés a los vencidos, que continúan
jugando apáticos o desesperados, si no quieren morir).

A pesar de que el mérito de la reconciliación comercial entre Francia y Alemania (carbón y acero) fuese exclusivo del plan establecido por Marshal y de sus innumnerables esfurzos para convencer a la terca Francia de su ejecución, y todo ante una anodina Europa, el premio Nobel de la Paz ha sido concedido a la responsable de la construcción del muro de Berlín y del consentimientio a la existencia del telón de acero. Poco o nada hicieron Francia y e Inglaterra para tratar de evitar semejante desastre. Las consecuencias reales sólo las conocen quienes estuvieron encarcelados, una población superior en numero a la Europa libre, de la cual España también estaba excluida, por descontado. El desastre en que está sumido el pueblo europeo, opuesto radicalmente al confort que han logrado sus burócratas, nos recuerda a la etapa del Senado romano en el cénit de la corrupción, anterior a su declive. Ahora ya no sorprende que Hitler fuera propuesto para Nobel de la Paz en 1939.
Pero
algo falla en el párrafo anterior, hay una pieza que no encaja, y es la
ausencia de siquiera la intención de “toma de la Bastilla”. Hace unos meses salió Madrid entera a la calle a recibir a una selección de fútbol que
hizo honor a un país al que sólo le quedan seis letras, E.S.P.A.Ñ.A., y nada
más, porque cuando un grupo de mineros venían de vivir una epopeya a defender
unos derechos fundamentales (ñam, ñam) no fueron recibidos exactamente de igual
modo: no hicimos nada. Me doy asco a mi mismo sólo de pensarlo: Nada, como la novela de Carmen Laforet pero en blanco, nada.
Esto no es, pues, un país, es sólo E.S.P.A.Ñ.A.
Los actuales recortes constituyen la intención de prolongar un sistema que le sienta de perlas a 1.800 españoles y a la abultada clase política. Mariano
Rajoy y Ramón Bauzá no sacrificarán nada para evitar una intervención que tanto
les perjudicaría a ellos como nos beneficiaría a nosotros, o sí: nos
sacrificarán a nosotros, así de fácil. Cualquier político que se pareciera un
poco a Marshall o al francés Monet
hubiera dicho exactamente lo contrario: “No estoy dispuesto a sacrificar a mi
país sólo para evitar una intervención”.
La
culpa no es ni del anterior ejecutivo ni de éste. La culpa es nuestra, de todos
los que dimos la espalda a los mineros deslumbrados por la roja.
Octavio
Capó Truyols Es Mascle Ros
Estic d'acord amb quasi tot ... Però no me pareix bé sa violència que estàn empleant es mineros que pareixen més terroristes que huelguistes.. I ademés lluiten per seguir subvencionats ... Como está el patio!!! Muaaa
ResponderEliminarAs, quin una! ës cert, pero qui diu mineros diu funcionaris, bencina, IVA, sueldos blindados de tios que no en tenen puta idea i un etcétera eterno. Besito i fins ben prest
ResponderEliminarCom sempre, no tots els miners són violents, perquè no us fixau amb els que no ho són, segurament la majoria? I, per violent, el ministre d'interior, que vol castigar amb penes de presó la resistència pacífica.
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