ES MASCLE
ROS CONTRA GODZIVA.
“No
tenemos nada de que avergonzarnos” María no,¡Rajoy!
Sin
duda fue un lapsus linguae de nuestro
presidente, que seguramente quiso decir “no tenemos nada con que
avergonzarnos”. Los ciudadanos, en cambio, carecemos de tiempo para vergüenzas.
La subida generalizada del IVA es
inminente y debemos ejecutar un plan antes de que entre en vigor el próximo uno
de septiembre. La redacción de Es Mascle Ros se ha puesto las pilas y ha analizado a fondo la
repercusión del incremento del impuesto, para posteriormente idear un plan
estratégico con la finalidad de burlar el asalto desvergonzado a nuestros
bolsillos. Preste, pues, atención y dispóngase a vivir uno de los inviernos más
dichosos de su vida, además de un atareado y entretenido verano para emprender
el original “Plan Mascle Ros”.
Todos
sabemos que la política de recortes, a la que pronto se sumará la subida del
IVA, no tiene otro fin que el de mantener el hasta ahora inalterado estatus de
los cerca de 400.000 políticos españoles, para lo cual habrá que dilapidar lo
que quede de los ahorros del resto de ciudadanos, salvo que uno se cuente entre
los 1.800 multimillonarios de este, nuestro país. Si los sacrificios impuestos
no lograran su objetivo nos veríamos obligados a sentenciar un sistema que
permite vivir de la sopa boba a 400.000 personas que no sabrían, a estas
alturas, subsistir por otros medios. En realidad, esta es la crisis de los 400
mil. Ellos y su estilo de vida, que no tanto el nuestro, son los que se debaten
entre seguir como hasta ahora o morir.
Analicemos
la subidita a la que deberemos driblar. Para llegar a la conclusión de que el Estado recaudará 22.000 millones extras
con el incremento del Impuesto por Añadidura, debemos suponer que quienes han
calculado tal incremento habrán tomado como base la media de los últimos años
en cuanto al gasto y consumo general de los españoles. Digo “debemos suponer”,
pero no debiéramos, ya que hay una ley que debe conocer todo economista, la
cual reza que “anteriores resultados no previenen resultados futuros”. Esta
premisa es ahora más aplicable que nunca, puesto que es de suponer que el
primero de septiembre el consumo bajará en picado y el gasto, simplemente, se
paralizará, pondrá el freno de mano y sacará las llaves del contacto. A nadie
le extrañará que las rebajas de este verano sean históricas en cifras de
ventas, ya que resulta lógico que nos abastezcamos de ropa y otros artículos de
primera necesidad ahora, aprovechando la diferencia con los precios sin rebajar
y con el incremento de IVA añadido que encontraríamos en septiembre. Llegado el
invierno, la mayoría de familias optarán por abrigarse en detrimento de la
calefacción. Las facturas de luz, agua y gas se abonarán dando de baja la
televisión digital, con lo que Canal + dejará
de emitir la misma película veinte veces a la semana y desaparecerá. También
debemos despedirnos de las tiendas que no vendan artículos de consumo obligado
y al mínimo precio. En consecuencia, muy pronto se incrementará el paro y
cerrarán los pequeños comercios. En cambio, no deben preocuparse Cartier ni los restaurantes con 2 ó 3
estrellas Michelín, aunque el
mercado de lujo ni de lejos salvará la economía.
Ahora
viene un punto delicado, por tanto les ruego pongan toda su atención. ¿Es
posible que el gobierno no haya tenido en cuenta semejantes obviedades y haya
calculado con tanta ligereza algo tan serio? Desde luego que es posible, pero
raro. La han pifiado en otras ocasiones y siempre que se han topado con un
problema de verdad, luego es posible. Pero a todos nos huele a gato encerrado.
Pongamos por caso que nuestro gobierno – que ahora cumple órdenes – sí tiene en
cuenta todas nuestras suposiciones y las reconoce como ciertas, al mismo tiempo
que sabe que los datos de sus predicciones económicas son puro humo y están a
años luz de la realidad, en cuyo caso debemos acojonarnos porque, señoras y
señores, viene el lobo. Jonathan Franzen
camufla dentro de su última novela un problema que él cree real pero que no se
atrevería a mencionar en un ensayo, todavía. En Libertad, Franzen reconoce que el obstáculo del actual sistema es
la superpoblación, y augura un complot para combatirla, un plan autoritario y
de imponente contundencia, eficaz.
Grecia, Portugal
e Irlanda ya han sido intervenidas,
por lo que son nuestro antecedente más inmediato al que debiéramos observar.
Aunque Irlanda en menor medida, los tres intervenidos han seguido en recesión
tras la subida de sus respectivos IVA. En el caso de Grecia, el PIB ha seguido cayendo, esta vez con
unos porcentajes similares a los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Hasta
la intervención oficial de España,
el BCE había emitido varios
préstamos a los bancos españoles por un valor cercano al billón de euros, con
un interés del 1% y a pagar en tres años, a cambio de la promesa fantasma de la
banca española de reactivar el crédito. En oposición a su promesa, los bancos
reaportaban el capital prestado en depósitos al BCE con una remuneración de
0’25%. ¿Se imaginan qué hubiera sucedido si semejante capital se hubiera
prestado a medianas y pequeñas empresas con un historial saneado que se
encontraran al borde del cierre por impagos de las instituciones públicas, y al
mismo interés del 1% a pagar en tres años, lo nunca visto? Por lo menos
habríamos frenado notablemente la recesión, así como el paro y mantenido la
prima de riesgo por debajo de los 200 puntos, una cifra temporalmente sostenible.
Mientras tanto nosotros estamos pendientes de los últimos fichajes de Madrid y Barça e impacientes por que de comienzo la liga.
Cuando
los gobernantes se ponen cínicos, a menudo añaden un toque de socarronería. En
esta ocasión han escogido a los funcionarios privados de la paga de navidad, y
les han propuesto que pueden optar a recuperar el extra navideño si deducen la
parte proporcional a cada una de sus doce pagas ordinarias y acumulan el total
en una especie de paga de navidad de mentirijillas. ¿Es o no es cinismo
socarrón? Conste que no me lo invento.
Otro
dato que parece que han pasado por alto es que los españoles, tratando de dar
esquinazo a la factura, recurriremos más que nunca a fontaneros, electricistas,
jardineros, pintores y albañiles que cobran poco y sin IVA, además de hacer muy
bien su trabajo. La economía sumergida crecerá tanto que a la fuerza tendrá que
salir a flote.
Hemos
prometido la redacción de un PMR (Plan
Mascle Ros) contra semejante atraco al principio del artículo y no vamos a
defraudar a nadie. Nosotros sí tenemos con que avergonzarnos. Sofía Mejuto se encargará de exponer
las medidas a seguir de un plan que, bien llevado, resultará infalible. Me
permito adelantarles el titular del próximo artículo de Sofía, “Iva al
desnudo”, en el que, entre otras cosas, dará algunas pistas sobre a qué país
debemos emigrar si la cosa se pone fea. Hay premio para un@ de l@s acertantes
que escriba el nombre del país recomendado en el apartado “comentarios”: nada
menos que una cena por todo lo alto en compañía de nuestra redactora más
simpática, la más bella entre las hermosas, el más dulce de los melocotones, Sofía
Mejuto Picó. ¿Se lo imaginan?
Octavio
Capó Truyols Es Mascle Ros
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