ESPAÑA 1 – ITALIA 2
Análisis técnico previo a la final
Mañana
saldrán un montón de artículos en todos los periódicos españoles explicando con
fundamentos la derrota española ante Italia;
nosotros nos adelantamos a la monserga de rumiantes y apostamos por un análisis
previo al partido, mucho más arriesgado.
Si
trasladamos los resultados de la selección española de los últimos años a un
gráfico similar a los que estamos acostumbrados a ver en bolsa y si, además,
aplicamos un método idéntico al que emplean los analistas del mercado de
valores para interpretar dicho gráfico y sacar las pertinentes conclusiones,
cualquier experto concluirá que España
está frenada por un contundente soporte tras un largo proceso ascendente, o lo
que es lo mismo, nuestra selección está estancada.
El
analista técnico no atenderá a la climatología, el estado del campo o las
posibles alineaciones aleatorias de Del
Bosque. El gráfico tan solo entiende de resultados, y éstos marcan una
clara línea horizontal tras un largo proceso ascendente; dicha línea delata el
agotamiento del progreso de España y, tarde o temprano, deberá ser modificada
al alza, o bien a la baja. Cuanto más se alarga un proceso horizontal, mayor es
la probabilidad de que dicha línea corrija su camino a la inversa, en nuestro
caso, a la baja. Para entenderlo de un modo gráfico y veraniego, España es un
turista alemán con sobrepeso que se dispone a saltar de un trampolín de una
piscina de s’Arenal; a medida que se acerca al extremo de la tabla ésta se
dobla peligrosamente, con el riesgo de partirse (derrota) antes de que el
turista salte (victoria). La probabilidad de que el trampolín aguante, es
decir, de que el gráfico se mantenga horizontal una jornada más, existe, pero
todo depende del rival, en este caso una Italia vertiginosamente al alza.
Este gráfico optimista será realista cuando intercambie las líneas azul y verde |
El
empate inicial de Italia contra España fue el inicio ascendente de una
selección que llevaba tiempo allá abajo, sostenida por un soporte y con sólo
dos opciones: romper dicho soporte a la baja, pasando a no clasificarse para el
próximo mundial de Brasil, o tirar
al alza con una violencia propia de un gráfico que lleva demasiado tiempo
estancado y entra de nuevo en movimiento. La victoria por 4-0 de España frente
a Irlanda no fue meritoria para
modificar el encefalograma plano de su línea horizontal, en cambio la victoria
italiana por 1-2 contra Alemania fue
la catapulta que lanzó a nuestro rival latino hacia la final. La fuerza de
dicho impulso deberá romper la horizontalidad española, cada vez más frágil. La
probabilidad de que el resultado de esta noche coincida con el titular de este
pronóstico es altísima.
Muy
a mi pesar,
Octavio
Capó Truyols Es Mascle Ros
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