MALLORCA MUSULMANA:
PRODUCTOS AUTÓCTONOS
“es el olivo un acebuche corregido y pulimentado,
un árbol ficticio y artificial, con tendencia manifiesta a degenerar y a volver
a su punto de partida”
J.
Monlau
Los
testimonios de los historiadores árabes demuestran que Mallorca, durante la denominada “época oscura” que comprende el
período anterior a 902 ó 903, está plenamente constituida como civilización musulmana,
con sus costumbres agrícolas e industriales bien consolidadas.
Cuando
en el siglo X, Abi Bakú al-Zuhri,
todo un referente para los actuales historiadores, llega a las Islas Orientales del Al-Andalus descubre una Mallorca
nutrida de frutos y productos de la tierra, a excepción del olivo y el aceite
de oliva, el cual importan desde la península. Tampoco encuentra abundancia de
higueras, de cuyo fruto se abastecen de su vecina Ibiza. Como en todo el Islam,
los mallorquines cultivan el algodón y el lino, pero desconocen la seda, si no
es por la que se importa desde Al-Andalus y Siria.
Otra
de las riquezas de la isla oriental mayor la constituye la ausencia de
depredadores salvajes, más concretamente la inexistencia de lobos, por lo que
sus ovejas pueden pastar a sus anchas, incluso sin la necesidad del pastoreo.
Esta circunstancia no se da en la península, por lo que llama la atención del
curioso visitante, al-Zuhri, la gran cantidad de caballos, mulos, toros y vacas
que pastan con absoluta libertad. Mallorca es un paraíso también para la cría
de estas bestias y carga naves con mulos hacia la península musulmana. Los
vende muy caros: son los tractores de la época.
Al-Zuhri
destaca de esta época de esplendor la tolerancia de sus elegantes habitantes,
enemigos de los extremismos y que forman una sociedad ecléctica. La
organización y distribución de los bienes nada tiene que ver con el sistema
feudal que vendría impuesto siglos más tarde, si no que más bien parece tomar
como unidad a los grupos islámicos distribuidos y organizados en toda la isla.
La producción y el proceso de trabajo no es equiparable a la presión fiscal
propia del feudalismo, y ello es causa probable de la escasa o nula producción
de aceite de oliva durante la época en comparación a la posterior a la
conquista de Jacme I. El proceso de
recogida de la oliva y su procesamiento resulta carísimo y requiere de grandes
terrenos de cultivo para que resulte rentable, salvo que se cuente con mano de
obra muy barata o gratuita: esclavos.
Otro
historiador, Ibn Hawqal, coincide
con el anterior en no mencionar para nada el asentamiento humano de la ciudad,
ya que al parecer, y por el momento, carece de una importancia significativa:
la inmensa mayoría de la población trabaja y vive muy bien en el campo. Madina Mayurqa como ciudad con un
índice de población importante tendrá que esperar a la conquista de Granada en 1.158, cuando la
beligerancia en casi todo el Al-Andalus provoca la emigración en masa de
burócratas e intelectuales hacia la capital de la isla mayor, que por aquel
entonces rompe toda relación mercantil y política con la península. Ya a principios
del siglo XI, durante el reinado del inteligente Muya HId, Madina Mayurqa es cuna de gramáticos, filósofos y poetas
de gran prestigio, y la cuarta ciudad en importancia del Al-Andalus. Éramos
independientes.
Tras
la conquista de Granada, la imposibilidad de importar aceite desde Al-Andalus,
hace que se inicie la producción propia de aceite de oliva. La oliva
mallorquina tiene más carne y menos hueso que la peninsular, cada árbol produce
diez kilos del fruto que generan dos litros de aceite. La mayoría de olivos
se concentran en Bunyola y al
principio se exporta el aceite, si bien al poco tiempo cede la escasa exportación
para abastecer a los insulares (por aquel entonces, lo primero era que no les faltara de nada a los mallorquines). Se calcula que la producción que hereda Jacme I
es de unos once mil árboles, cantidad que desde la conquista aragonesa no cesará
de crecer debido al empleo de mano de obra gratuita y a la riqueza que genera
la exportación del aceite de oliva, cuya explotación ha pasado de ser del
pueblo a pertenecer, por derecho, exclusivamente al rey.
La
dieta árabe era mucho más diversificada que la de los conquistadores, quienes
precisaban de gran cantidad de harina para alimentarse. A pesar de la mano de
obra esclavizada y de la gran producción de aceite de oliva, las islas del
Regne de Mallorques no tardarían en endeudarse, algo que jamás había ocurrido
en las prósperas islas orientales del mundo musulmán.
Así
las cosas han cambiado, que de exportar mulas a la península hemos acabado
importando asnos.
Octavio
Capó Truyols Es Mascle Ros
No hay comentarios:
Publicar un comentario