CORRUPTUS MODUS OPERANDIS

          Alfredo Granero ha encargado presupuesto a varias constructoras y los examina uno a uno concienzudamente antes de tomar una decisión. A pesar de tenerlo bastante claro se reunirá con Isabel y los hijos de ambos la noche del sábado, en su piso de Palma durante la cena, para que todos se sientan partícipes y responsables del cambio de domicilio familiar. Los hermanos Granero López están a punto de dejar las literas de su infancia para trasladarse a un chalet con piscina, jardín, garaje y perro en Bendinat; es el gran salto, cuyo trance no va a resultar muy duro porque sus compañeros ya viven en urbanizaciones donde celebran unos cumpleaños de aúpa y van al cole en Tuareg y Gran Cherokee, como mínimo. Papá tiene pedidos un Audi Q7 para él y un Mini Clubman para mamá, pero sus polluelos todavía no lo saben: ya es suficiente con que larguen en el cole lo del chalet, por ahora.

 

          Es sábado noche pero papá y mamá no tienen que salir a cenar y Cristian(7) e Iker(9) no pasarán la velada con los abuelos, acaban de zamparse una Mega-Pizza y la cornuda Isabel ya ha limpiado la mesa para que Alfredo pueda extender el proyecto del chalet de Bendinat. El pequeño Cristian ya se sabe los planos de memoria pero le sigue llamando la atención la enorme despensa entre la cocina y el garaje, de modo que esta vez la señala con el índice y pregunta, lo que provoca que su padre suelte una carcajada mientras Isabel contrae el rostro.

-         No, Cristian, no. Ahí no está la despensa. La despensa es ese armario grande de ahí, ¿ves? Esto es un cuarto para la interna. Daniela, la hermana pequeña de Lucila, va a vivir con nosotros porque se nos casa Luci.

-         De eso todavía tenemos que hablar, Alfredo. Esta chica me parece muy jo…

-         Ara no, Bel! Ni demà tampoc. Demà és diumenge i vui descansar.

          Alfredo vuelve a ser papá y arroja los presupuestos sobre la mesa de la cocina. Iker y Cristian se hacen con un par de carpetas cada uno y observan boquiabiertos la retahíla de números y conceptos durante unos segundos, desviando enseguida la mirada  a la cabecera del portafolios, donde se encuentra el logotipo de cada empresa constructora, mucho más atractivo para un sábado por la noche sin abuelos. Isabel agacha la cabeza y por poco le saca un ojo a su marido con la cornamenta.

-         CEMENTASA gana a todas por precio, pero LADRILLOSA construye mejor y en menos tiempo sin ser la más cara. ¿Qué hacemos, chicos?

-         ¡¡¡La Drillosa!!!

          Alfredo Granero ya ha contactado con la constructora para comunicarles que sólo acepta la parte que concierne a la estructura si le igualan el precio de CEMENTASA, de lo demás se encarga él personalmente. Si contrata la carpintería, fontanería, alicatados y demás por su cuenta tiene en mano negociar mejores precios, además de ahorrarse el 15% que le cargaría LADRILLOSA por cada empresa subcontratada. También ha quedado claro que el pago se efectuará en buena parte en B. Alfredo Granero ocupa un cargo de poca responsabilidad y mucho poder en la administración pública.

          Desde su despacho Granero ordena a su secretaria que le ponga al teléfono con el capo de LADRILLOSA, quiere estar seguro de que las obras del polideportivo municipal estarán listas antes de las elecciones, y de paso recordarle al capo que es imprescindible que el ingreso en la cuenta suiza esté efectuado para que la constructora cobre lo acordado. En el caso de la obra pública lo acordado es bien distinto a la residencia de Bendinat. La Piscina Municipal debe doblar el presupuesto presentado inicialmente, además la constructora se encargará de la estructura y de todas las subcontratas necesarias y Alfredo Granero hará acto de presencia en el polideportivo sólo el día de su inauguración para entregarle una tijeras al alcalde: con ellas el honorable cortará una cinta. Más tarde vendrán otros recortes.

          Han pasado cuatro años desde que la piscina y la cancha de baloncesto se abrieran al público, pero las obras no han terminado, ni mucho menos. Las prisas preelectorales y la falta de supervisión del promotor público abrieron la veda a la negligencia: operarios de distintas empresas trataban de no pasar los unos sobre los otros mientras hacían su trabajo a trompicones. Si bien al inicio se duplicó el presupuesto para satisfacer la gula de Granero y sus socios, ahora se había quintuplicado, por lo menos.

          El modus operativo de Alfredo era imitado por sus socios en la administración pública aun a sabiendas de que ello iba a comportar un lastre insostenible para generaciones futuras. Alfredo Granero creía tener a Iker y Cristian a salvo de tales consecuencias gracias al engorde de sus cuentas en el extranjero, pero en aquel momento desconocía que la joven Daniela, la hermana menor de Lucila, iba a ser insuficiente para saciar sus apetito. Tampoco cabía en su imaginación que su concupiscencia pudiera llegar a ramificarse tanto.

Octavio Capó Truyols                                           Es Mascle Ros