ADIOS EUROPA, HOLA ALEMANIA

La nochevieja en que la ansiada moneda entró en forma de papel tomé un taxi de regreso a casa. No le quitaba ojo al taxímetro, que por fin subía de cinco en cinco céntimos de euro. Al preguntarle al taxista cómo se las habían arreglado para adaptar el aparato contador a las cero horas, me respondió que lo hicieron al revés, que adaptaron la moneda al taxímetro, traduciendo el anterior incremento de cinco pesetas al actual de cinco céntimos de euro, ¡y al mismo ritmo! El resultado fue un incremento o inflación del 66%. Ni una nota en los periódicos anunciaba la escalada del taxímetro, a diferencia de antaño, cuando se publicaba previamente cada incremento en la bajada de bandera, o como anuncian hoy el cambio de hora en primera página, no fos cosa arribem tard a cercar es diari un diumenge.

No tardarían mucho los productos de primera necesidad en imitar al taxi. Esa fue la bienvenida del €. Si diez años atrás le hubiéramos preguntado a un economista si en Estados Unidos, con su Dólar, se podía comprar deuda americana al 12% en Alabama, al 6% en San Francisco y al 2% en Nueva York nos hubiera tratado de locos e ignorantes, por lo menos. Diez años después el milagro se ha hecho realidad en Europa: tenemos una misma moneda y diferente emisión de deuda en cada país, y ni un sólo “experto” llevándose las manos a la cabeza. Curiosamente los expertos tampoco nos advierten de que la prima de riesgo seguirá subiendo y pasará de los seiscientos y setecientos puntos como una exhalación. Tampoco nos advierten de que si finalmente fracasa el euro, la inflación en los países perjudicados será digna de postguerra.

En fin, parece como si Alemania hubiera seguido en su empeño de conquistar Europa, ésta vez sin armar tanto ruido, subrepticiamente, poniéndole al Marco un disfraz de Euro.

P.D: avui Es Mascle Ros, representat per Valentí Valent, Sofía Mejuto i un servidor no faltaran a la manifestació perquè, al nostre entendre, és del tot ridícul i innecessari crear divisió entre llengües i més en un moment on tenim molta feina per fer i es temps molt just per no ofegar-nos. Defensa sa teva llengua i sa dels altres i prega al Govern de tots noltros que es posi ses pil.les d’una punyetera vegada o això semblarà prest el Titànic, on sols els poderosos es salvaren, encara que aquí també es salvaran ets capitans, com al Concordia, o en esas estamos, ¿no?

Octavio Capó Truyols.                                           Es Mascle Ros