jueves, 31 de mayo de 2012


¿QUÉ SIGNIFICA CULTURA?




Un amigo,  -llamémosle José Ramón- nos revela un dato significativo, según él, que nos llama la atención y obliga a fruncir el ceño. Desconfiamos de la supuesta información que nos acaba de llegar, discrepamos o nos mostramos escépticos: es demasiado fuerte, es un escándalo, no puede ser verdad. Inmediatamente José Ramón se disculpa para levantarse e ir a por un periódico de los que hay sobre la barra del bar, se acerca de nuevo a la mesa y, en ese instante, abre el diario por la página tal y nos estampa la noticia en las narices. “¡Coño! Pues tenías razón, José Ramón. Perdona, tío. Déjame ver…” Procedemos a leer con detalle la noticia  que  nos acaba de dar nuestro mejor amigo y juramos no volver a ser tan desconfiados con él. José Ramón se sienta satisfecho y reconciliado enciende un cigarrillo.

No ha sido la primera vez que contradecimos a José Ramón injusta y precipitadamente. En otra ocasión ya nos relató un suceso de los que ponen los pelos de punta – a José Ramón le gusta contar cosas fuertes, impactantes – y también lo mandamos a la porra. Mal hecho, porque él volvía a tener razón. “Lo he visto esta mañana en la tele”, argumentó aquella vez nuestro colega para defender su relato. Pero no era suficiente, la noticia era una bomba y no nos la tragamos ni con esas, por eso rebatimos su defensa con un “Ya, seguro, lo habrás visto en el programa de Ana Rosa Quintana”, un clásico del aikido coloquial. José Ramón no se rinde ni mucho menos, sino que contraataca espetando “En el telediario, capullo, sale en el telediario”. Pero nuestro escepticismo no tiene límites, y además nos gusta cabrear un poco a nuestro compañero, así que esquivamos el contraataque con otro clásico, “Claro, José Ra, lo habrás visto en las noticias de Tele 5. Cambia de cadena, hombre, que para eso inventaron el mando a distancia”. José Ramón remata la faena y gana por goleada, “Salía en el telediario de La 1, La 2, Cuatro, La sexta y volverá a salir esta noche” Nos ha dejado sin palabras. ¿Será posible? Al llegar a casa encendemos la caja lista (los tontos somos nosotros) y, efectivamente, José Ramón estaba en lo cierto. Le llamamos por teléfono, nos disculpamos, le damos la razón (que es muy importante) y comentamos la noticia del día durante unos minutos.

José Ramón también es un especialista en recurrir a las citas. Ante un rumor que él cree cierto, por ejemplo, suele utilizar aquella de “cuando el río suena, agua lleva”, apoyando la famosa teoría de Goebbels. Los refranes son otro antídoto muy popular contra el escepticismo. También podemos inventarnos una frase y atribuírsela a un personaje ilustre, a menudo funciona.

Sin embargo otro amigo mío, Pepe Asecas, trataba de explicarme el domingo ante un periódico abierto qué es la cultura. Me explicó que la cultura consiste en discrepar de todo aquello que llega a nuestros oídos, aunque nos lo cuente nuestra propia madre, o sobretodo si nos lo cuenta nuestra propia madre. Me dijo Pepe Asecas que la persona culta indaga, investiga y aprende a escribir la noticia por su cuenta sin más ayuda que el respeto por si mismo. Me lo tuve que creer por narices, ni siquiera recurrí al telediario de La 2.

Me acordé, aunque realmente no viene mucho a cuento, que en una ocasión me entrevistó una bellísima periodista. Quince días más tarde abrí el periódico en Formentera y me observé doblemente retratado, a todo color y en las páginas centrales. Qué satisfacción, de verdad. Después de coquetear con las fotografías - parecía un numerario del Opus, pero me daba igual – pasé a repasar el texto. (He escrito “repasar” porque esto es lo que hacemos cuando leemos nuestro propio discurso). La alegría fue máxima, el entrevistado era un tipo genial, hablaba que te cagas y empleaba expresiones como “sui géneris” y otras por el estilo. Todos mis temores de haber metido la pata durante la entrevista se disiparon gracias a aquel impostor que decía “tal y cual muy sui géneris”.

En agradecimiento con aquel periódico hice la promesa de hacer lo imposible para no descubrir nunca el significado de “sui géneris”, ¿mi qué? Hasta el día de hoy, y ya ha llovido, he logrado mantener el enigma. Y es que soy un inculto.



Octavio Capó Truyols                                        Es Mascle Ros

miércoles, 30 de mayo de 2012


Sobreviviendo en el ‘paraíso’

Gran parte de la inmigración ilegal se dedica a la venta ambulante para subsistir mientras los comerciantes advierten del perjuicio que sufren sus establecimientos y Cáritas reclama más oportunidades para este colectivo “estigmatizado”


Sacrificó todo lo que tenía para conseguir un billete de avión y llevar a cabo una misión que creyó fácil. La tarea se le antojaba simple: llegar a la isla, encontrar trabajo, ganar dinero y volver a su país para comprarle una casa a su familia. ¿La idea? “Lo vi en televisión. En Mallorca hay muchos turistas”, explica Diafyje de 27 años que es parte de un colectivo endeble que cuenta con el apoyo de pocos, el desprecio de unos y el prejuicio de la mayoría.  Son inmigrantes que viven de la venta ambulante. Los ‘top mantas’. La suya es la historia más común, con rasgos que se reproducen en el resto de vivencias de otros vendedores.

Sus primeros ingresos los obtuvo gracias a la labranza pero “cuando se terminó” pasó a la venta ambulante que –tras la hecatombe en el sector de la construcción– resulta ser la única salida junto al robo de cobre, la venta de drogas o el trabajo de jornalero. Ahora, se pasa nueve horas al día recorriendo las calles de Palma tratando de ganar dinero a base de productos falsificados.

Vive en Son Gotleu, un barrio multicultural y marginal, en el que  viven -si bien no conviven-  muchos inmigrantes de distinta etnia. Su hogar es un piso de cuatro habitaciones que comparte con otros siete vendedores; entre todos pagan los 800 mensuales que cuesta la factura. Gana  hasta 30  euros en un día de suerte pero la media es de 200 o 300 mensuales que van a parar a la familia, a la comida y a los productos  con los que se gana la vida. 

Él es de los malíes que, según Cáritas Mallorca, fueron de los primeros en llegar. Aunque actualmente, de acuerdo con la organización humanitaria, más del 90% son senegaleses y el 20% de ellos tiene estudios básicos e incluso universitarios. El presidente de la Asociación Senegalesa Mallorquina (ASEMA), Madiop Diagne, aclara que “a muchos les han contado que España es el paraíso terrenal, pero cuando han venido se han encontrado con la cruda realidad”.

Su situación en la sociedad mallorquina puede llegar a ser un auténtico martirio. Diagne  explica que “la mayoría de los que vienen sufren una crisis tremenda tras dos meses y sienten la necesidad de tener que volver a casa”. Algo que es prácticamente imposible por lo cual  solo queda “armarse de valor porque la inmigración negro africana nunca es una inmigración individual. Detrás de la persona hay los sueños de toda una familia”.

Sueños frágiles que muchas veces saltan por los aires con la misma facilidad que fragilidad. La llegada a España o una isla como Mallorca en este caso, supone un baño de realidad para los inmigrantes como Diafyje. Descubren que sin papeles no son nadie, que hacen falta tres años para poder regularizar su situación, y que para ello deben cumplir requisitos como no tener antecedentes penales, estar empadronado, poseer un informe de integración y haber tenido un año de contrato de trabajo. Pura ciencia ficción para ellos.

“El chico que está en Mali no se entera de tantas leyes. Solo ve la proyección de los medios de comunicación”, explica Diagne . A lo que añade que “la gente cuando pierde la esperanza,  ya no hay muros que les puedan parar. Si no es una mafia, es una patera o detrás en un avión. Se van de cualquier manera posible”.


“Tenemos una ley de extranjería muy farragosa y muy incomprensible”

Lo más visto pero no por ello más habitual, son las pateras cuyo ‘pasaje’, según expone Cáritas Senegal en un manual de inmigración,  tienen un coste de entre  800 y 2000 euros.  Las embarcaciones acogen hasta 110 personas dependiendo del tamaño del navío. Y muchos de los que van en ellas creen que sólo Dios puede ayudarles en esa travesía de entre tres y 15 días que pueden resultar letales.

Es un tipo de inmigración que, según la coordinadora del equipo comunitario de Cáritas Mallorca, Barbara Picornell, tuvo su punto álgido en 2006 cuando diariamente llegaba a Mallorca una patera con cinco o seis personas. Ahora esto se produce cada dos o tres meses. El motivo, según aclara, es que desde 2008 se impuso más control en las fronteras de África, lo que ha supuesto una reducción notable de la inmigración por pateras y deja el protagonismo a los aeropuertos a pesar de que los vuelos son más caros.

“No me diréis que todos los inmigrantes entran en pateras. En Madrid entran a millares cada día, sin papeles”, afirma la presidenta de la Asociación Balear de Vendedores Ambulantes (ABVA) y de la Asociación de Inmigrantes Residentes de las Islas Baleares (AIRCIB), Enriqueta Garrido. Ella cree que “las autoridades lo saben pero se tapan los ojos” y además precisa que “el problema viene porque tenemos una ley de extranjería muy farragosa y muy incomprensible” teniendo en cuenta que “se ve exactamente el que viene de vacaciones o no”.

Con ello, es posible que personas  como Diafyje, que pasó los controles del aeropuerto en calidad de turista, lleven ya  13  años en una situación quebradiza. Aunque sea detenido, como veremos, probablemente volverá a acabar en la calle para sucumbir a un círculo vicioso de subsistencia diaria. Es el destino que jamás intuyó pero que siempre tuvo que asumir.

La zozobra de los problemas cotidianos que laten detrás de todos los vendedores como Diafyje es persistente. “Tienen un estrés continuo a nivel personal muy malo de llevar. Una angustia continua que se hace muy dura en muchas situaciones” explica Barbara Picornell.  Incluso el presidente de ASEMA destaca este tormento que se produce por distintas aflicciones como enviar dinero a su país, comprar el producto, la presión policial, la nostalgia familiar, la soledad, no sentirse entendido y “la angustia que tienen todos los ciudadanos de este siglo XXI para pagar sus facturas”.


“Roba cuota de mercado a los comerciantes y daña la imagen”

Pero además, por si fuera poco, a todo lo anterior se une otro  aspecto que intensifica, más si cabe, la presión sobre su actividad. Se trata de las críticas por parte de los comerciantes. Entre ellos, está la Asociación Empresarial del Pequeño y Mediano Comercio de Mallorca (PIMECO). Su responsable de Comunicación, Cristóbal Ripoll, explica que “aunque no hay datos”  esta práctica ilegal “roba cuota de mercado a los comerciantes, daña la imagen de nuestros pueblos y de nuestras calles”.

Por ello, desde la patronal fijan a esta práctica irregular como su “caballo de batalla central” y como “uno de los principales problemas que tiene el comercio en la isla” en una situación “de fuerte crisis y de cierres constantes de comercios en Mallorca”. De ahí que “toda actividad ilegal que suponga hacer menos caja es en estos momentos un problema especialmente grave para ellos”.

Así las cosas, según explica Ripoll, han estado en contacto con los alcaldes de Mallorca para instarles a adoptar medidas como las que se propusieron el pasado verano a todos los ayuntamientos, y que pretenden “concienciar al comprador” sancionando tanto al que compra como al que vende. De momento solo Son Servera ha acogido  la medida.

Entretanto, otras asociaciones creen que el problema va mucho más allá. Que estas medidas propuestas por PIMECO no son correctas y no solucionan el problema de fondo. Así lo cree  Enriqueta Garrido (AIRCIB Y ABVA), quien argumenta que este tipo de venta “no hace daño a nadie” y que si los comercios se quejan es porque “no se han reciclado realmente y se ven forzados a competir con la venta ilegal”.

Afirmaciones que, según la patronal, son “extravagantes” porque aunque se tengan que reciclar “jamás estará justificada una actividad ilegal”. Eso sí, reconocen que aquí hay un “problema social” y explican que no tienen “ningún problema con el origen o la condición de los vendedores ambulantes ilegales” sino que luchan “en contra del comercio ilegal sea quien sea el que lo practique y cómo lo practique”, afirma Ripoll.

Es decir, comprenden el problema pero luchan por sus intereses. He aquí la cruzada de propósitos. Los vendedores libran la batalla de la supervivencia y los comerciantes la de no tener que echar el cerrojo para siempre o, como mínimo, la de no perder ingresos. Ambos miran sus bolsillos.

Incluso Cáritas reconoce este enfrentamiento. “Los comerciantes se quejan porque venden unos productos similares y, además, pagan unos impuestos. Lo que genera un conflicto”, explica Bàrbara Picornell.

Junto a todo, hay un tema que nadie menciona pero que todos conocen. Un asunto que daña al comercio legal y engorda la ya obesa economía sumergida. Cuando se trata de saber de dónde provienen los productos, todas las fuentes consultadas apuntan al comercio chino como el gran suministrador. Desde relojes, bolsos y gafas falsificadas hasta mecheros, bolas de goma, gorros, figuras de madera, cd’s, y dvd’s, entre otros. “Lo que quiera la gente”, afirma Dyafyje.


“El material sale de los chinos. Aquí hay otro negocio”

Lo más vendido son  los bolsos y las gafas. Los primeros los venden por diez euros y los compran por  la mitad. Las gafas, las venden por tres o cinco euros y las compran por uno o dos.  “El material sale de los chinos. Aquí hay otro negocio. Lo compran a escondidas. ¿Tú ves en los chinos marcas falsificadas? Van a las tiendas que tienen estos productos escondidos y solo lo venden a aquellos que se dedican a esto”, señala la también coordinadora del grupo comunitario Cáritas Mallorca, Catalina Mateu. El propio Diafyje admite que compran el material en el “almacén de los chinos”. Y lo hacen en grupo para conseguir mejores precios.

Solo en zonas como Pedro Garau, según PIMECO, hay  hasta 57 comercios del país asiátco cuando en el año 2000 había dos. Es decir, el número de comercios chinos en Pere Garau se ha multiplicado por 28 en una década. Una viva muestra del auge de estos establecimientos.

 En este escenario, el secretario de ABVA especula con que “si vas rascando hay mucha economía sumergida. Se sabe pero nadie la ha visto. Hay alguien que la tiene que trabajar y hay alguien a quien le interesa que haya ilegales aquí. Empecemos por ahí, es que todo es una cadena” pero lo que pasa es que “los mal vistos son los negritos vendiendo ropa”. 

Es una polémica que permanece oculta, en otro plano.  Un debate que no encierra ninguna solución. Como tampoco lo hace el problema que late detrás: el de inmigración e integración social. Catalina Mateu, considera que “el color de la piel aún les condiciona a pesar de estar en el año que estamos” y que  “externamente la actividad que hacen ayuda a crear estereotipos alrededor de estas personas, que están estigmatizadas”.

Por ahora, las medidas actuales, fundamentalmente de corte policial, no ofrecen demasiadas garantías para nadie. Cuando se detiene a un vendedor irregular, según la  jefa del Gabiente de Prensa de la Jefatura Superior de Policía de las Islas Baleares, Janka Jurkiewicz González, “se procede la incoación de un expediente de expulsión que debe resolver la Delegación de Gobierno, estableciendo un periodo de prohibición de entrada en España por un tiempo determinado. Posteriormente se intenta la ejecución de la expulsión.” Un procedimiento que, según Cáritas Mallorca, en la inmensa mayoría de ocasiones no se lleva a cabo por cuestiones económicas.


“¿Por qué llevarlos a un centro de internamiento?”

Lo más habitual, como explica Picornell, es que los detenidos acaben en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) en el cual, por ley, solo pueden estar retenidos 60 días. Pasado es plazo, se concede la libertad al interno  por la dificultad de acreditar su identidad o nacionalidad que permitiría saber a qué país devolverle o por falta de fondos.

Esta situación ha llevado al Gobierno de Rajoy a priorizar la deportación de aquellos que delinquen y no exportar a aquellos que puedan demostrar arraigo en España. En este contexto, el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, se preguntó recientemente ante la prensa “¿por qué llevarlos a un centro de internamiento?” y planteó implantar  “mecanismos más suaves y proporcionales” teniendo en cuenta las duras condiciones de estos centros.

 Hasta el presidente de ASEMA admite que “muchos tienen un expediente de expulsión y otros muchos acumulan multas que se tienen que pagar”. De modo que, la solución al problema de fondo no parece estar en las medidas policiales. Si los detienen acumulan sanciones o van dos meses a un CIE para acabar donde estaban antes: en la calle, en una cultura diferente, en un conflicto de intereses con los comerciantes y con la necesidad de sobrevivir para cumplir con su familia. .

El futuro para Diafyje no es muy prometedor a pesar de que él confía en que en un año pueda salir de aquí. Desde Cáritas reconocen que las perspectivas son “muy malas” teniendo en cuenta que lo que habría que hacer “de cara para mejorar la situación es ofrecer más oportunidades. Algo irreal en un contexto en el que se rebajan las ayudas y los servicios sociales”, afirma Picornell. De hecho, aquí la inversión pública en servicios sociales es la más baja de España con 120 euros por habitante, según la Asociación de Directores y Gerentes e Servicios Sociales


“¿Dónde está la cohesión social?”

Ella asegura que “hace cinco años la situación era impensable” y que “se han perdido muchos valores por el camino”.  Asimismo, advierte de que ya hay muchos que “están muy desgastados porque llevan cinco o seis años sin papeles, no han visto su familia y no pueden volver”.

Diagne, por su parte, se muestra crítico al hablar de convivencia.  “¿Integrarme a qué? ¿A la sociedad individualista y consumista? Eso no me interesa. ¿Dónde está la cohesión social? Me gustaría vivir en una sociedad con valores, respeto, igualdad de trato, dignidad y obligaciones. Como no la veo no tengo claro que la gente tenga idea de lo que es la integración. El problema fundamental es la crisis de valores”, sentencia.

En conjunto, para  Diagne “la venta ambulante va más allá de la venta ambulante. La cuestión está en qué tipo de sociedad queremos construir con tanta inmigración. Qué tipo de integración. Aquí están los problemas de fondo que no interesan porque no dan votos”, explica. Es más, mantiene que “no hay solución para la venta ambulante ni para la inmigración” ya que no se han “tomado las medidas oportunas”.

Claro está que de momento habrá que contar únicamente con las escasas labores de ayuda humanitaria que realizan organizaciones como Cáritas , donde  se reúnen con ellos para enseñarles la lengua, culturas o derechos. “Tienen muchas ganas de aprender. Cuando montamos cursos se llenan. Tienen ganas de salir de su casa y de dejar de pensar. Son muy conscientes de la falta de expectativas”, recalcan desde Cáritas. 



Anatol Rohé (3º de periodismo)                          Es Mascle Ros

lunes, 28 de mayo de 2012


EN DEFENSA DE JOSEP CAPÓ (Diario de Mallorca)

 

Si rectificar corresponde a los sabios, ¿qué decir de un inventor?


Los corredores de seguros son mediadores independientes y no afectos a entidad aseguradora, actúan por cuenta propia y se les exige el diploma de mediador de seguros. El agente, en cambio, es afecto a una entidad aseguradora para la que trabaja en exclusiva.

Gabriel Vallejo fue, hasta el día de ayer, ex-agente de seguros. Hoy es ex-“corredor en exclusiva”, gracias a la inventiva del periodista Josep Capó, que acaba de introducir este nuevo término en el argot del gremio de las aseguradoras.

Que rectifiquen los sabios, que para eso están. Yo me quedo con los genios.



Octavio Capó Truyols                                           Es Mascle Ros

domingo, 27 de mayo de 2012


EN DEFENSA DE GABRIEL VALLEJO (E.M.T.)


Gabriel Vallejo, presidente de la Empresa Municipal de Transportes, no ha propuesto contratar el seguro de 101 camiones con ninguna compañía de seguros.



La empresa pública de autobuses de Palma debía asegurar 101 autobuses, cuyo presupuesto estimado la obligaba a anunciar la licitación de contrato de servicios por procedimiento abierto y así lo hizo el 4 de abril de 2012, según consta en el B.O.I.B. A dicho concurso podían presentarse aseguradoras nacionales e internacionales, y debían cada una de ellas ir de la mano de un broker (corredor) local, que se encargará de tramitar la siniestralidad y de atender cualquier solicitud de la empresa contratante (E.M.T.) así como de la aseguradora, en este caso Alianz. Las aseguradoras que presentaron sus respectivos pliegos al concurso fueron Grupama y la ya mencionada Alianz, las cuales debían elegir a un broker local que las representara. Grupama escogió a la correduría de la Banca March. Alianz, por su parte, solicitó la representación al broker Artai, cuyo director en Baleares es don José Miguel Cuart Sintes. A Banca March Correduría y a Artai les correspondía el trabajo de presentar las ofertas de ambas compañías de seguros, y a nadie más. Y así se hizo y consta.

Ambas ofertas se presentaron en sobre cerrado que, posteriormente y junto con el resultado de la puntuación de los concursantes, se abrirían sobre una mesa en presencia del presidente de la E.M.T., el interventor de la misma, vocales, gerente, asesor jurídico, directora económica-financiera y los responsables de ambas corredurías de seguros. El resultado salió a favor de la empresa Alianz, representada por el corredor Artai, quien presentaba una oferta que, entre otros servicios, fijaba la prima de la póliza en 371.000 €, cuantía muy inferior a la ofertada por Grupama, quien no tuvo nada que objetar.

Seguros Vallejo es una correduría competencia de las anteriormente nombradas. Seguros Vallejo no ha sido elegida por ninguna aseguradora para que la representara en la licitación de dicho concurso. Seguros Vallejo, Gabriel Vallejo y Margarita Ginard no pintan nada en toda esta tramitación. Si Seguros Vallejo constituye una correduría de seguros, como señala Diario de Mallorca, no representa a ninguna compañía aseguradora sino que está a disposición de todas ellas sin excepción. Los únicos beneficiados en esta transacción han sido la ganadora del concurso (Alianz), su broker (Artai) y los ciudadanos que abonaremos la prima más económica con mucha diferencia respecto a la otra ofertada. Dicha suma ha sido el único dato correctamente publicado por Diario de Mallorca en una exhibición impúdica de su plumaje.

Diario de Mallorca difama a Gabriel Vallejo sólo con el titular “Vallejo propone contratar un seguro..”. Josep Capó difama al presidente de E.M.T. al menos en los dos primeros párrafos de la página 14 del pasado sábado, que de forma espectacular son contradichos por él mismo en el tercer párrafo. Josep Capó falta al respeto al lector de Diario de Mallorca al sólo insinuar que Seguros Vallejos tiene algo que ver con el mencionado concurso. Pilar Garcés, en una dosis antiestética, nos da a entender que los buses de la E.M.T. deberían circular sin seguro.

Josep Capó y Pilar Garcés deben agradecer que su jefe directo no sea Albert Camus, puesto que de ser así ya estarían en la calle.

La injusticia política debe prevalecer sobre las medallas de los periodistas. Todos, menos doscientos mil, nos sentimos asfixiados por la impotencia que nos produce el libre deambular corrupto y, peor, de dónde le viene otorgado el consentimiento. Aplaudimos también el trabajo de periodistas, como los nombrados, cuando dan en la diana y destapan a un sinvergüenza. Pero no se puede errar en estas acusaciones, máxime cuando tienen toda la información a su alcance. No ha sido un caso de imprecisión periodística, sino de ausencia de periodismo. La próxima vez procuren “hilar” más fino.

Si quieren saber por qué se presentaron sólo 2 aseguradoras deberán abonarme las nóminas de Josep Capó y Pilar Garcés. Bueno, me basta con una dosis de Pilar Garcés.


¡Ah! Se me olvidaba: no olvide dónde lo leyó antes.




Octavio Capó Truyols                                              Es Mascle Ros







sábado, 26 de mayo de 2012


UNA HISTORIA QUE ACABA BIEN 





Al nacer yo en 1952 el Atlético Baleares jugaba en segunda división y los seguidores mallorquinistas, los pocos que se atrevían a ir a Son Canals, sabían cómo se las gastaban los aficionados balearicos. El campo se ubicaba en el barrio dels Hostalots, nacido al amparo de la lotería; cercano a lo que fueron los cines Chaplin o, en aquellos días, a la fábrica de cristales de gafas de Can Guasp, que emparentaron con la familia del coronel García Ruiz, mano derecha del conde Rossi. Los terrenos en los que se ubicaba el campo, la finca de son Canals, pertenecían a los Guasp y la decisión de urbanizarla supuso el principio del fin del campo, pero hasta hace pocos años aun era posible ver una de las ventanillas de Son Canals y una puerta del campo en un club de petanca de la zona como un ejemplo de supervivencia.

 

En aquella Palma de posguerra se vivía la represión de los vencedores y un cuchillo afilado cortaba el aire de sus calles. El Atlétic era la expresión del republicanismo derrotado, el ansia de las clases más populares de la ciudad (menestrales y pequeños comerciales). Una historia de orgullo, de supervivencia, resistencia y fe. Se le llamaba el Soviet.

Durante tiempo me senté en el estadio balear junto a un amigo taxista de Calviá, acérrimo balearico. Venía al campo acompañado de su abuela. Ésta decía que no había dejado de asistir a más de cinco partidos desde su juventud. Debía tener, cuando la conocí, sobre los 80 años. Era humilde, pequeña, educada, silenciosa e inteligente. En sus ojos brotaba un amor sin límites. Un día, pasados varios años, no la vi en el campo junto a su nieto. Al preguntar por ella, éste me dijo que padecía una enfermedad grave y dolorosa que la retenía en cama. No había acabado aun la primera parte y llamaron al móvil del nieto. Era ella. Le preguntó cómo iba el partido y antes de que finalizara volvió a llamarlo. Si en el descanso el resultado no era positivo contestaba siempre lo mismo, “ganaremos”, y si al final del partido se había perdido decía “el domingo que viene lo haremos”. Llamó cada partido hasta que su cuerpo no tuvo fuerzas. Es una historia de autenticidad y fidelidad que constituye la identidad balearica. Para más realismo la familia tenía un perro al que llamaban Gorbi, en honor a Gorbachov. Aquel perro tranquilo y juguetón, al oír la palabra Mallorca, enfurecía como un demonio.

Por la ascendencia del Mecánico y luego del Baleares, el atlético de Baleares era un equipo obrerista. El Real Mallorca, contrariamente era el equipo de los botifarres y de los monárquicos. En su origen el Alfonso XIII, que al instaurarse la República pasó a llamarse Club deportivo Mallorca, y se hizo nuevamente Real con la dictadura. Era el equipo del poder, de los vencedores de la guerra y un ejemplo más del adoctrinamiento de un nuevo país creado por las armas. La fuerza, el ejercicio del poder, se utilizaba a diario a favor de uno o de otro por parte de las autoridades, colegio de árbitros, federación de fútbol o desde el mismo Gobierno Civil que impuso por la fuerza la cesión de varios jugadores del Baleares al Mallorca.

En aquellos días la liga se desarrollaba en la calle, en una calle que dominaban corruptos falangistas, militares, estraperlistas y contrabandistas y una burguesía que hacía dinero nacido al amparo de la dictadura. En la noche del Día de sa Neu, Es Carteritxos tenía tomada la puerta de Sant Antoni deslizando su Renault Fragate como un signo de dominio, Magí Marqués chuleaba en los cabarets y los hombres de March, más prudentes, poblaban las mesas del bar Suizo en la calle Sant Miquel. Años más tarde, Moll cortó la cinta de inauguración del Estadi Balear y su segundo, Simó Melé, empezó a viajar desde Santanyí al Estadi Balear hasta el día de hoy.

La ciudad, como la sociedad palmesana, se dividía en dos: la mallorquinista habitaba la zona del casco antiguo, el Borne, la calle Sant Jaume o Santa Eulàlia; la balearica empezaba en la calle Sindicat, la porta de Sant Antoni y aledaños, las avenidas y extramuros.

El año 1958 puse mi primer pie y mis ojos en el campo de Son Canals. Tenía seis años. Me acompañaban mi madre y mi padre. Ninguno tenía aficiones futbolísticas, aunque mi padre sintiera más simpatía por el Atlétic que por el Mallorca. Así que el motivo debió ser mi insistencia. Recuerdo que era invierno, seguramente vestido como todos los niños de la época, con el tronco y el cuello abrigados hasta la asfixia y unas piernas al descubierto que finalizaban en unos zapatos Gomila para los que podían tenerlos. No recuerdo bien si el rival fue Es Cardessar, pero sí que la victoria fue fácil. Pero sobre todas las cosas, una imagen grabada y un sentimiento: la impresión que me produjo la altura y fortaleza de Gas, como así se llamaba el portero del Baleares, como un Gengis Kan, bajo los palos de la meta, el último y solitario baluarte en el campo y detrás el horizonte lejano bastísimo del color gris perla de la propia posguerra.

Aquel día mi corazón ya era blanquiazul y lo sería para siempre, porque me hice del Atlétic antes de haber ido a su campo. Un fotógrafo me había hecho una foto vestido yo con una camiseta del baleares en brazos de García Pajares, un delantero preferente del València que había fichado aquel mismo año por el club. El delantero tenía en  Mallorca un amigo de su infancia, Vicente, que trabajaba en una fábrica de gafas de montura que poseía mi padre en la calle Antillón y con quien empecé a dar mis primeros chuts. Era un protegido de Na Geroni, la mujer que tenía “bo” en el Gobierno Civil y del que era secretario Juan Llabrés, un hombre complejo que escribía en aquellos años. Na Geroni controlaba el barrio chino desde el Hostal de sa Bolla. En uno de los pisos del prostíbulo se celebraban por la noche selectas y restringidas partidas de juego. Asistían a ellas militares, crápulas falangistas, secretarios del gobierno, contrabandistas, mercaderes y caballistas. Asistía  a la partida Pere Serra, que por aquellos días publicaba el Bearn de Villalonga y en un lugar más secundario, un poco temeroso, el periodista Antonio Pizá. Las mujeres, las mejores, procedían de València y en ocasiones un familiar mío comprobaba junto a la jefa sus características. Por ello yo siempre tuve la puerta abierta en el local. De joven, muy entrada la noche, me acercaba en alguna ocasión al local, y Na Geroni, cariñosísima, me preguntaba si quería alguna niña o necesitaba dinero para ir a otro lugar.

Luís Sitjar en el centro (de la imagen), el más alto
Mi vida balearica se desarrolló durante mi niñez y adolescencia con una potencia y velocidad que rayaba la enfermedad. En la familia, en la cual había mallorquinistas de pro, pronto se hizo eco que en mis visitas al Lluís Sitjar (la ex-alcaldesa Calvo, por descontado, no debe saber que el estadio da nombre a uno de los mayores represores fascistas de la guerra civil) tenía yo una actitud pasiva, indiferente, como si aquello no tuviera nada que ver conmigo o la sociedad en que yo vivía, como de hecho así ha sido, y en Son Canals o en el Estadi me balanceaba al ritmo del juego, no dejaba de mover las piernas, pegar patadas al de enfrente o mover los brazos dirigiendo la ubicación de los jugadores hacia dónde debían desplazar el balón, de igual manera que hoy sigo haciendo de forma más enérgica.

Viví con la ilusión de niño la inauguración del Estadi y en el chasquido, en la lesión de Crespí, mi cuerpo se hizo más pequeño y  por primera vez oí el silencio doloroso, frío y angustiado, que viene del interior y pulula en el graderío como un viento bajo, como un roedor, en aquellos días de desgracia e injusticia y que sin más se convierte, al unísono, en un grito amenazante pasional y carnal que desajusta al contrario y levanta a nuestro equipo para conseguir triunfos épicos, heroicos, casi imposibles. En la desgracia y la injusticia el estadio ruge con más fuerza.

En la temporada 60-61 contemplé junto a mi padre la primera eliminatoria de ascenso frente al Olímpico de Játiva, pero extrañamente no conservo memoria ninguna del triunfo frente al Amistad de Zaragoza que nos dio el ascenso a segunda, más extraño aun porque recuerdo que el bar Pasaje, en la calle Sindicat, era aquel día una explosión de júbilo y, porque conservé de aquellos días un especial de la revista Fiesta Deportiva que se editó para celebrar el ascenso.

Robert Graves
Entonces no tenía aun nueve años y mi balearismo empezaba ya a ser militante. Algo había cambiado en mi físico porque los dos años que el Atlético jugó en segunda los viví junto a Jaume, un atlético de pro que a las tres de la tarde, puntualmente, me recogía en casa de la abuela y, cogido de su mano, junto a su esposa e hija, en muchas ocasiones acompañada por el novio como un perro faldero, nos dirigíamos desde la calle Longeta, vía la calle Sindicato y sa porta hacia el estadio. Nos sentábamos en la tribuna de Sol, en la fila octava, y casi justo en la raya del centro del campo. Todos los movimientos eran puntuales y milimétricos. En los días de sol la mujer sacaba del bolso las gorras atléticas y nos las colocábamos casi al unísono, después extraía de una bolsa los cojines. En los días de lluvia el ritual se acompañaba del paraguas. Me daba vergüenza hacer palmas para animar al equipo, pero mi corazón bombeaba a su ritmo. Jaume era un sufridor pero su mujer, con la voz de trompeta fina, rompía los tímpanos del linier. Jaume era un hombre especial. De aquellos que aun espero algún día que resucite y encontrarlo de nuevo en la calle para poder abrazarlo y darle las gracias por todo el calor humano que me ofreció. Era un poco más alto de lo normal en aquellos días, delgado y cuidaba su aspecto y vestimenta sin ostentación pero con sumo cuidado, como hacía también en las horas de trabajo con su bata blanca. Era el encargado, el metre, por decirlo de alguna manera, de aquella óptica Soler situada en la calle Jaume II en la que nunca faltaba la pequeña tertulia de payeses – de Felanitx en su mayoría – que habían bajado a Ciutat, emigrantes que habían llegado del más allá o vecinos y amigos de la familia que disfrutaban de un descanso o paseo por la ciudad. Era un comercio familiar de transmisión de conocimientos y de rumores. Jaume, o Jaumet en palabras de mi abuela, había comenzado en la óptica como mozo y se retiró en ella, para convertirse luego en un contertuliano más, siempre con moderación y sin querer molestar. Pero Jaume tenía un plus, se había hecho a si mismo, estudiado en sus horas muertas y a los diecinueve años ya hablaba perfectamente el inglés y el alemán, pretendía lanzarse al ruso (el castellano nunca se le dio demasiado bien). Poseía una formación cultural y política obrerista, republicana y autonomista que defendía con pasión y solidez ante mis mayores y que pude comprobar yo mismo. Siempre estuvo muy orgulloso de que Robert Graves, que en ocasiones se acercaba a chismorrear en al óptica, tuviera mucho respecto a su argumentación ideológica y cultural. Jaume tuvo las llaves de la casa de mi abuela y nunca las empleó. Llamaba al timbre. También es cierto que el sábado de Pascua, junto a médicos, abogados y amistades tuvo siempre en casa unas panades, robiols y crespells a su nombre. Jaume no podía consentir a los bufes. Y cuento todo esto porque el Baleares formaba parte de la familiaridad del mercado, de los comercios y de las pequeñas fábricas, muy alejadas del boato oficialista; en el Baleares se encontraba el vigor del pueblo soberano y la sólida cultura humilde de los hombres que no se regían por el dinero sino por la cultura.

El Atlétic me hizo escritor. Mis primeros textos fueron crónicas que escribía para mi mismo al estilo del periodismo deportivo de la época sobre los partidos en el estadi. El Atlétic me hizo lector, no había página del periódico que hablase del Baleares y que yo no leyera. Cuando de la óptica traían los periódicos viejos para las labores de casa yo me encerraba en al despensa para recortar con las tijeras de la abuela las crónicas de los partidos y los guardaba en mi cajón preferido. El Atlético me hizo disidente, singular. En mi colegio jesuítico, en mi clase, solo Sa Pussa, mi amigo, y yo, éramos balearicos, y juntos hacíamos alineaciones y tácticas a emplear por el Baleares a la salida del colegio en el café Moderno en la plaza de Santa Eulàlia. Con él, a partir de los doce años, ya íbamos al fútbol solos el domingo y a los entrenos el jueves. Por el Baleares fui precoz y me fugué por primera vez del colegio y pude comprobar cómo las fugas no son siempre sinónimo de alegría. Fue el día del descenso a tercera división en el desempate contra el Algeciras. De pie y apoyado en el carrito que vendía chucherías para niños en la plaza Santa Eulàlia. Su propietario, también balearico, y yo vivimos en voz de un pequeño transistor, como quien vende tabaco de contrabando, la gran decepción. Nunca, ni él ni yo – estoy seguro – comimos tantas chufas y pipas con sabor a sal amarga como aquel atardecer de la entrada de verano en el que las hojas de los árboles en un cielo encapuchado no presagiaban nada bueno. Lo peor sucedió y aquel día que parecía otoñal se convirtió en un largo, larguísimo invierno de 49 años. Por esto, porque nunca abandonamos nuestra pasión por el Atlétic, el domingo, este domingo, más allá de cualquier aspecto de la humanidad sólo deseo el color de la victoria. El de mi equipo, el de mi clan, el de mi tribu, el de mi patria, y si el Atlétic asciende a segunda lloraré y lloraré, y gritaré y callaré de felicidad y de alegría, y gritaré y callaré y lloraré de nuevo, y de mis ojos volarán mariposas blancas y azules y el semen de mi cuerpo será también blanco y azul como sucede en aquellos hombres que han amado mucho. Pero si no se vence esperaré con ansiedad la nuevas eliminatorias con la misma esperanza de hoy. Para ganar siempre sufrimos mucho. Porque el esfuerzo, la capacidad de supervivencia, la fe, nuestra tenacidad y fidelidad, nuestra pasión siempre viva, aun en aquellos tiempos de silencio, de derrota, en la más basta soledad y tiniebla han de tener algún día su premio. Entre la muerte y la esperanza resucitamos cada día, y nuestra pasión, esta vez, está muy cerca de nuestros sueños, y el domingo, si estos se hacen realidad, ay! Dios mío, ay! Dios mío, yo seré inmensamente feliz.




Guillem Soler Niell                                              Es Mascle Ros

jueves, 24 de mayo de 2012


MALLORCA MUSULMANA: PRODUCTOS AUTÓCTONOS


“es el olivo un acebuche corregido y pulimentado, un árbol ficticio y artificial, con tendencia manifiesta a degenerar y a volver a su punto de partida”

                                                                       J. Monlau




Los testimonios de los historiadores árabes demuestran que Mallorca, durante la denominada “época oscura” que comprende el período anterior a 902 ó 903, está plenamente constituida como civilización musulmana, con sus costumbres agrícolas e industriales bien consolidadas.

Cuando en el siglo X, Abi Bakú al-Zuhri, todo un referente para los actuales historiadores, llega a las Islas Orientales del Al-Andalus descubre una Mallorca nutrida de frutos y productos de la tierra, a excepción del olivo y el aceite de oliva, el cual importan desde la península. Tampoco encuentra abundancia de higueras, de cuyo fruto se abastecen de su vecina Ibiza. Como en todo el Islam, los mallorquines cultivan el algodón y el lino, pero desconocen la seda, si no es por la que se importa desde Al-Andalus y Siria.

Otra de las riquezas de la isla oriental mayor la constituye la ausencia de depredadores salvajes, más concretamente la inexistencia de lobos, por lo que sus ovejas pueden pastar a sus anchas, incluso sin la necesidad del pastoreo. Esta circunstancia no se da en la península, por lo que llama la atención del curioso visitante, al-Zuhri, la gran cantidad de caballos, mulos, toros y vacas que pastan con absoluta libertad. Mallorca es un paraíso también para la cría de estas bestias y carga naves con mulos hacia la península musulmana. Los vende muy caros: son los tractores de la época.

Al-Zuhri destaca de esta época de esplendor la tolerancia de sus elegantes habitantes, enemigos de los extremismos y que forman una sociedad ecléctica. La organización y distribución de los bienes nada tiene que ver con el sistema feudal que vendría impuesto siglos más tarde, si no que más bien parece tomar como unidad a los grupos islámicos distribuidos y organizados en toda la isla. La producción y el proceso de trabajo no es equiparable a la presión fiscal propia del feudalismo, y ello es causa probable de la escasa o nula producción de aceite de oliva durante la época en comparación a la posterior a la conquista de Jacme I. El proceso de recogida de la oliva y su procesamiento resulta carísimo y requiere de grandes terrenos de cultivo para que resulte rentable, salvo que se cuente con mano de obra muy barata o gratuita: esclavos.

Otro historiador, Ibn Hawqal, coincide con el anterior en no mencionar para nada el asentamiento humano de la ciudad, ya que al parecer, y por el momento, carece de una importancia significativa: la inmensa mayoría de la población trabaja y vive muy bien en el campo. Madina Mayurqa como ciudad con un índice de población importante tendrá que esperar a la conquista de Granada en 1.158, cuando la beligerancia en casi todo el Al-Andalus provoca la emigración en masa de burócratas e intelectuales hacia la capital de la isla mayor, que por aquel entonces rompe toda relación mercantil y política con la península. Ya a principios del siglo XI, durante el reinado del inteligente Muya HId, Madina Mayurqa es cuna de gramáticos, filósofos y poetas de gran prestigio, y la cuarta ciudad en importancia del Al-Andalus. Éramos independientes.

Tras la conquista de Granada, la imposibilidad de importar aceite desde Al-Andalus, hace que se inicie la producción propia de aceite de oliva. La oliva mallorquina tiene más carne y menos hueso que la peninsular, cada árbol produce diez kilos del fruto que generan dos litros de aceite. La mayoría de olivos se concentran en Bunyola y al principio se exporta el aceite, si bien al poco tiempo cede la escasa exportación para abastecer a los insulares (por aquel entonces, lo primero era que no les faltara de nada a los mallorquines). Se calcula que la producción que hereda Jacme I es de unos once mil árboles, cantidad que desde la conquista aragonesa no cesará de crecer debido al empleo de mano de obra gratuita y a la riqueza que genera la exportación del aceite de oliva, cuya explotación ha pasado de ser del pueblo a pertenecer, por derecho, exclusivamente al rey.
La dieta árabe era mucho más diversificada que la de los conquistadores, quienes precisaban de gran cantidad de harina para alimentarse. A pesar de la mano de obra esclavizada y de la gran producción de aceite de oliva, las islas del Regne de Mallorques no tardarían en endeudarse, algo que jamás había ocurrido en las prósperas islas orientales del mundo musulmán.

Así las cosas han cambiado, que de exportar mulas a la península hemos acabado importando asnos.




Octavio Capó Truyols                                       Es Mascle Ros

lunes, 21 de mayo de 2012


JAUME LLABRÉS. MAESTRO Y EX DE MONTESIÓN


“Algunas cadenas privadas de televisión han hecho más daño a la conciencia española que la propia censura franquista”

 


Así el encabezamiento porque el excelente conferenciante admite el prefijo “ex” ante sus antiguos cargos, tales como profesor, director o jefe de estudios, no así ante el título de maestro, el cual lleva tatuado en el alma y admite merecer, con todas las de la ley. También se presentó como ex-novio de Montesión ante los asistentes al Club Diario de Mallorca que disfrutamos de una buena dosis de sabiduría y buen humor de un profesor de latín que sigue recomendando esta lengua muerta, pero que debería estar vivita y coleando, como medio de estructurar la mente. La obra del emperador Julio César fue la primera de sus numerosas recomendaciones literarias.

Antes de que apareciese el maestro Llabrés lo hizo entre el público el matemático Nicolau, que poseía el don de leer exámenes en blanco, por lo que estuve a un pelo de abandonar la sala, por precaución. La llegada tardía, cómo no, de un metro setenta y cinco exuberante, melena larga, rubia con matices rojos y ondulados, tímida sonrisa y perfecta dentadura me apaciguó (7ª fila dcha, silla 3).

Amante del buen cine y esclavo libre de la literatura, Jaume Llabrés arropó toda la conferencia con multitud de referencias cinéfilas y literarias. Tomamos nota. El profesor de literatura aprendió latín y griego mientras los enseñaba. Reconoce que es difícil pero necesario, por lo que nos invita a guardar silencio, un magnífico deporte, antes de iniciar una conversación, que deberá ser medida por su interés, criticada por su contenido y estructurada antes de que el parlante emita una sola palabra: respeto al oyente, ante todo.

Llabrés enseñó bien porque amaba lo que enseñaba, improvisaba y era flexible y autoritario. Afirma que es una regla de peso ser puntual como se le exige al estudiante, y sobre todo tratar a todos los alumnos por igual, faceta que resultó imposible seguir por alguno de los asistentes que mantiene intacta su sonrisa.

Asegura que la mediocridad de las películas actuales, una combinación de sexo, violencia y efectos especiales, se exhibe en las salas “porque la gente va a verlas”, y como al abajo firmante no le gusta que se metan con la gente, sino que opina que debe hablarse de personas con nombre y apellidos, discrepa durante el turno de preguntas. “Esta es la misma excusa que dan los presentadores de los programas basura, dan la culpa a que a la gente le gusta esto, en lugar de reconocer que les falta conocimiento e imaginación para hacer programas dignos y con clase. ¿De verdad cree que si toda la programación fuese de calidad la “gente” apagaría sus televisores?” Llabrés admite que es peligroso generalizar, y termina con la frase que encabeza este artículo.

A los que no tuvimos el privilegio de ser sus alumnos nos da la sensación de que el eterno maestro hacía olvidar al estudiante el yugo jesuita durante sus clases magistrales, a juzgar por los aplausos.



Octavio Capó Truyols                                        Es Mascle Ros


domingo, 20 de mayo de 2012


ASESINAR A BAUZÁ




El murmullo de que existe un complot para asesinar a Bauzá tiene tanta credibilidad como lo del bombero. Si a eso se le añade que el cabecilla de la trama es el alcalde Pastor la habladuría se convierte en disparate. Según las malas lenguas, el reyezuelo de Manacor tiene planeado acabar con el enemigo de las Baleares en una de las visitas del gobernador madrileño a cualquiera de los pueblos de la isla mayor, aprovechando el ambiente beligerante que genera la presencia del impostor Bauzá.

Si hacemos caso de las murmuraciones no sabemos dónde se llevará a cabo el homicidio, pero sí sabemos dónde no sucederá, porque el responsable de seguridad del President evitará las visitas a ciertas poblaciones en fechas señaladas. A saber, se omitirá hacer acto de presencia durante celebraciones tradicionales (Festa des botifarró a Sant Juan o Sant Antoni a Manacor) para esquivar la hostilidad de los pobladores, incrementada por la injerta de herbes dolces, seques y mesclades; en ningún momento y bajo ningún pretexto, y esto es lo más importante, asistirá el President a los pueblos cuya celebración incluya el cambio de indumentaria habitual de los pueblerinos por la tradicional o disfraces conmemorativos, es decir, ni se le vio en la Festa des firó de Sóller ni se le ha visto en el Mercat medieval de Capdepera. La razón por la cual se ha tomado esta última medida de seguridad es evitar la difícil tarea o imposibilidad de identificar a la asesina camuflada de princesa mora o tabernera del medievo. Es muy inteligente el jefe de seguridad con más trabajo de España.

Hemos escrito asesina, sí, porque (y sigo basándome en puro chismorreo) parece ser que Pastor a elegido a una mujer de 46 años, soltera, de origen catalán, y fervorosa de la nostra terra i ses nostres illes, la cual se ha presentado armada y voluntaria. ¿Más pistas? Dicen que es una funcionaria de justicia, aunque no sabemos si se refieren a que trabaja para el Ministerio de Justicia o si se trata de una funcionaria de armas tomar. Será esto último. La eterna militante de Nuevas Generaciones (46 tacos) se hará pasar por una exaltada roja disfrazada de simpatizante del PP que, en un momento dado, se hará paso entre la multitud abucheante para simular, boli y libreta en mano, suplicar un autógrafo de Bauzà; éste, supuestamente, ordenará que la dejen atravesar el cordón de seguridad en un gesto de cortesía hacia “los suyos”, momento que aprovechará la fanática para ejecutar al President. Dicen, repito, dicen, que la catalanista de ultraderecha no tendrá problemas para zafarse de dos e incluso tres guardaespaladas de Bauzà: y esto es otra pista. Una más, la última: es muy probable que lleve puesta una camiseta del Real Madrid, para despistar.
¿Por qué, desde aquí, afirmamos que no se sostiene el supuesto plan de Pastor, bautizado como “Paz catalana duradera”? Sencillamente porque a la izquierda no le conviene en absoluto que liquiden a Bauzà: esto lo convertiría en un mártir. Además, Pastor sabe que si el homicidio ocurriera, el sustituto del president asesinado no sería él, sino Zaplana. Es probable incluso que, como castigo ejemplar, Valencia se anexionara las Baleares. Menuda recompensa.

Queda, pues, desenmascarado el rumor, porque se sostiene menos que un castillo de naipes frente a un ventilador en agosto. El President elegido por la mayoría de baleares que fueron a votar puede que tal vez no pueda dormir tranquilo, pero sí debería pasear absolutamente despreocupado, tal cual gobierna. Y que Dios nos asista.



Octavio Capó Truyols                                             Es Mascle Ros

sábado, 19 de mayo de 2012


DIOS MEDIANTE: MENSAJE DIVINO





Por segunda vez desde el pasado 29 de abril, la redacción de Es Mascle Ros ha recibido la inesperada visita del Divino. La víctima, o mejor dicho el afortunado, fue otra vez Valentí Valent, nuestro especialista en gastronomía mediterránea, quien por escasos minutos volvió a servir de mecanógrafo al Todopoderoso. Un temblor se adueñó de la oficina y agitó violentamente las estanterías, provocando la caída del volumen 2 (el más gordo) del Diccionari Català, Valencià, Balear de Alcover sobre la testa del elegido, Valent, quien se disponía a crear un juego de palabras con “novia despedida, despedida de solteros, Rouco Varela y Carlos Delgado”, un asunto ya obsoleto, dicho sea de paso.

Valentí Valent quedó con la mente en blanco, el cuello erguido cual jirafa y la espalda arqueada. Sofía Mejuto se encontraba pintándose las uñas de los pies (a Valentí y a mi nos parece bien que lo haga en la oficina) y un servidor trataba de dejar de fumar; Sofía dejó el esmalte y yo encendí un cigarrillo. Culpa del Señor. La letra elegida por la intromisión divina fue, como en la anterior ocasión, la Bookman Old Style, y el mensaje el siguiente:


Jamás creí que iba a pronunciar estas palabras, y menos ante vosotros; venga, ahí va: gracias. Gracias porque he podido comprobar que en muchas iglesias habéis retirado la imagen de un servidor crucificado. En la mayoría de casos este acto de obediencia ha sucedido en países de Centro y Sudamérica, no así en los despachos de los políticos baleares.

Pero he vuelto ha pasar otra Semana Santa, a lo que vosotros también llamáis Mi Pasión. ¡Qué barbaridad! Otra vez celebrando mi tortura y cruel fallecimiento. ¿Por qué no festejáis uno de mis enfrentamientos con los poderosos sacerdotes fariseos de la época?, eso sí era una lucha digna de recordar. Sabéis qué les decía a esos glotones presumidos: que se callaran; que no pregonaran, que renunciaran a sus privilegios y vivieran en obediencia al Señor y en igualdad con el resto de ciudadanos, pero sobre todo que se callaran. ¿Y esperáis que vuelva a reencarnarme, tal y como están las cosa hoy día? Me ibais a crucificar a los 33 minutos.

Vamos a ver. Que un hombre muera por una causa no significa que dicha causa sea justa. Esto para empezar. Os recuerdo que no morí por propia voluntad, no estaba dentro de mis planes. De haber fallecido anciano, de muerte natural o de repente (como decís ahora), sospecho que habríais ignorado por completo mi mensaje, y ello me entristece. Claro que es mejor a veces ignorar que mal interpretar.

Me centro ahora en Baleares, ya que por el archipiélago corretea muy a sus anchas El Maligno, ese truhán. Veamos, ¿cuándo he dicho yo “ama a tu próximo”?, ¿no dejé bien claro “ama a tu prójimo como a ti mismo? Hay una gran diferencia, ¡canastos! Tu próximo es tu hijo, tu cuñado o tu querida, y tu prójimo es todo hijo de vecino, aunque te caiga como una patada en los sacros, ¡cojones! Ya lo he dicho, y ya sabéis  a qué me refiero. ¿De verdad sois tan inocentes, a estas alturas, que todavía creéis en los favores de vuestros amigos? “Amigo” es una palabra frívola donde las haya.

Me voy antes de tener que llevarme a Valent conmigo, sólo una cosa más: esto de la vida es un juego, más o menos, en el que tenéis que encontrar una llave que está a la vista de todos, pero todos estáis igual de ciegos, más o menos. Hoy os daré una pista: frío, muy frío, helado.

¡Ah!, se me olvidaba: ¿Queréis un milagro? Ahí va uno: inutilizad vuestros televisores, destruidlos y abandonadlos en la calle, así se acabará la dichosa crisis. Fácil.

                                                                                      A Mi


Y eso fue todo. Espero que ustedes saquen algo en claro. Valentí Valent, ateo convencido, amenaza con dejar la redacción porque cree que le tomamos el pelo. Nosotros, Sofía y un servidor, vimos lo que vimos y no escribimos nada. Valentí dice que tampoco escribió.



Transcripción divina                                               Es Mascle Ros