viernes, 14 de septiembre de 2012


DIOS ARRASA LLUCH

 

“La cabecera y Dios me protegieron”

                                         Sor Juana Pascual. Monestir de Lluch


Las buenas intenciones
Transcurrida la Diada de Mallorca y coincidiendo con el aniversario de la llegada de las tropas de Jaime I a Santa Ponsa (13 de septiembre de 1229), una borrasca dibujó una línea desde el extremo norte hasta el sur de la isla, la misma franja que la dividía geológicamente hace 800 años, al parecer, por un caudal de agua que acabó exánime tras determinado repartimiento. La borrasca se transformó en cap de fibló a su paso por Lluch, epicentro del catolicismo y herencia de la destructora y sanguinaria cruzada del rey aragonés. Por supuesto que Alá no se ha cebado con la Seu, puesto que se construyó sobre la base de una antigua mezquita, todavía recuperable.

Dios aprieta, pero no ahoga. Es por esto que Sor Juana Pascual salvó su vida, aunque de lo contrario hubiese pasado a mejor vida. ¡Qué dilema! Cabe decir que la hermana Pascual tenía todas las papeletas: si se hubiera llamado Sor Fátima Homar, Alá ni la habría despertado. Nosotros olvidamos con desenfrenada facilidad. Alá no amenaza, simplemente nos manda un recordatorio, un mensaje de cómo debieran ir las cosas, e irán. También coincide la tormenta con el primer aniversario de la ordenanza contra el burka en esta, nuestra comunidad. ¿Coincidencia? Con la iglesia hemos topado, hermanos.

Nave catalana urticante 
Si quiere alguien insistir en que todo es pura casualidad, que me expliquen por qué hoy, 14 de septiembre, la misma fecha en que las tropas del psicópata aragonés zarparon de Santa Ponsa rumbo a Porto Pi, el área marítima que recorrieron las naves cruzadas ha amanecido abarrotada de medusas. Que yo sepa, esos bichos que muerden como el látigo de la Inquisición habían pasado este verano desapercibidos por Mallorca, mientras tanto se habían cebado con nuestros hermanos de Yabisa, isla pitiusa donde una embarcación mallorquina que transportaba madera cayó en una emboscada catalana (démosle algo de protagonismo a los catalanes, después del multitudinario pataleo) hace casi ocho siglos. Era una trampa para provocar a nuestro gobernador Abu Yahya, que picó. Como una llampuga.



Octavio Capó Truyols                                   Es Mascle Ros

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