miércoles, 18 de abril de 2012


CAZA MAYOR


Juan Carlos se perdió esta gran película, obviamente.


Algunos comentarán que la afición del monarca por la caza le viene de muy pequeño, cuando confundió a su hermano mayor con un elefante. Nosotros omitiremos este comentario de mal gusto, para ceñirnos a la gravedad del asunto. El rey se ha disculpado; con la misma cálida voz que en Navidad entra en nuestros hogares y nos llena de esperanza, el rey ha pedido perdón. Los españoles nos estamos acostumbrando demasiado a la petición de clemencia de nuestros líderes y mandatarios, claro que dicho acto de constricción llega sólo cuando les han pillado in fraganti. No nos imaginamos a su majestad (cada vez más suya y menos nuestra) regresando de matar animalotes indefensos y haciendo posteriormente un comunicado sin que se haya producido incidente alguno, “españoles, acabo de regresar de África y he matado un elefante, pido perdón; si alguno de vosotros, queridos ciudadanos, desea dar muerte a un macho adulto en Botsuana, pues que vaya preparando cuarenta mil del ala, ja, ja”. Todos pedimos disculpas cuando nos pillan con las manos en la masa, incluso Matas.

Otros dirán que Froilán de todos Los Santos (que no está emparentado con Rodrigo de Santos), en realidad estaba apuntando a su padre y que el peso de la escopeta le hizo errar el tiro y por poco matar a un chino. También omitimos este disparatado comentario. El caso es que cuando las cosas nos vienen tan mal dadas, y en lugar de recortar los bolsillos más rebosantes nos exprimen a todos por igual, al vulgo nos da por girar la vista hacia aquellos que nadan en la abundancia y nos pone de los nervios que ni siquiera sepan dar dos brazadas sin ahogarse.

Imagínese por un momento que es usted catalana, ¿ya? Gracias. Pues bien, es usted una barcelonesa que durante su juventud y codo a codo con su marido montó una pequeña inmobiliaria, pasaron los años y horas de trabajo, muchas horas de trabajo, algunos domingos en la oficina y no sé cuántos sacrificios más; con los años la empresa fue prosperando, hubo que contratar empleados e incluso ampliar la oficina; al cabo de treinta años usted y su marido tienen una clientela y una reputación envidiables, cosas que dan el sacrificio y la constancia, pero sobre todo el respeto hacia uno mismo - aguante un poco más como catalana, se lo ruego, y acabo -. Resulta que un buen día se instalan unos vecinos junto a su local y abren otra inmobiliaria. En principio todo va bien, “tendrán que luchar como lo hicimos nosotros”, pensará usted. Al cabo de unos días le llama la atención que sus vecinos no se hayan presentado y, algo molesta pero guardando la compostura que el duro trabajo le ha enseñado, entra en la inmobiliaria de al lado y se encuentra con que la regentan, nada más y nada menos, que Iñaqui Urdangarín y su esposa. En un visto y no visto le habrán hundido el negocio por su cara bonita, usted lo sabe y su corazón empieza a blasfemar como una cafetera. Pero ha tenido suerte, porque el bello Urdangarín no sólo no sabe nadar, sino que ha abierto un boquete en el barco tal que el del Titánic.

La herencia monarca que nos dejó Franco y nosotros aceptamos no es absurda ahora, lo fue siempre. Lo exasperante de todo esto, la monarquía, el euro-atraco, la esclavitud ciega, es que los españoles no reaccionamos nunca: lo que cae se desmorona por si solo.

Si Jaime Matas hubiera estado en el lugar del rey se habría excusado con que el elefante era para alimentar a su familia. Igual cuela, oiga.


Encuesta: ¿Ha repercutido la Familia Real en su beneficio particular de manera directa en alguna ocasión, o bien se ha sentido usted perjudicado? Cuéntenos su experiencia. 



Octavio Capó Truyols                                         Es Mascle Ros

1 comentario:

  1. Ni beneficiado ni perjudicado. Sólo hay un punto que a lo mejor puede molestarme un poco, y es cuando vienen a celebrar alguna audiencia cerca de casa y previamente se presentan dos policías nacionales y nos interrogan, año tras año. Saben quienes vivimos en el edificio, tienen todos nuestros datos y las relaciones de parentesco que tenemos entre nosotros, supongo que con el resto de los vecinos de la zona pasará lo mismo. Entiendo que lo hagan por seguridad, pero me molesta que me hagan todo tipo de preguntas a las que estoy obligada a contestar pero que no me den ningún tipo de explicación al respecto. Tampoco pregunto a que son debidas esas preguntas y ¿sabes por qué?... Pues porque, por instinto, tengo la impresión de que si hago la pregunta voy acabar enfadándome con la respuesta, con la formas de la respuesta, o con las formas de la evasiva…en fin habrá quien me dirá que la FR ha promocionado mucho la isla y no lo discuto, y no quiero parecer ingrata, pero creo que cuando el Príncipe de España (ese era su título en ese momento) pisó por primera vez Mallorca ésta ya era de sobras conocida.

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