CÓMO DEJAR DE FUMAR

“La vida mata” es una magnífica colección de relatos breves de Ramón de España. Uno se puede morir de la risa a mitad del libro y no acabarlo, es muy bueno. La vida mata más que el tabaco, e incluso supera al endémico Repente. “Murió de Repente, se nos fue de un plumazo”. La vida mata, sin embargo no vemos a las mamás paseando a sus bebes luciendo camisetas con semejante advertencia, sobre una fotografía de un cerebro con Alzheimer, un cáncer de colon o de un chaval practicando “balconing”. Sería algo así como las espeluznantes imágenes que exhiben las cajetillas de tabaco legales, que también mata, pero no tanto como la vida.

Cierto, y cualquier otro "ismo"

Busquemos noticias relevantes. En lo que va de año, 200.000 millones de euros salen de los bancos españoles hacia guaridas más seguras; este dinero pertenece a capitalistas bien asesorados, a nosotros nos pillará por sorpresa. Esperanza Aguirre ha dimitido y Santiago Carrillo ha dejado de fumar.

El fallecimiento de un anciano de 97 años no es trascendente, al contrario que su vida, que sí lo fue. La noticia es que Carrillo ha dejado el tabaco, o bien que Carrillo se ha esfumado, aunque para lograrlo ha ido con todo. No creo necesario llegar a ese extremo para dejar la nicotina, pero si Don Santiago pudo, usted también puede. Pronto revelaremos cómo.

En el colegio, una monja que nos instruía en Su Religión y Matemáticas, solía entretenernos con numerosas anécdotas de un maligno Santiago Carrillo. La Sor (así la llamábamos) se enfurecía y le llamaba asesino. Pero los alumnos no hicimos mucho caso del extenso repertorio sobre el militante comunista, ya que la de Mates y Su Religión sabía de Carrillo lo que los evangelistas de Jesús de Nazaret: ninguno de ellos le conoció en vida, puro anecdotario. Pero la Sor no paraba de taladrarnos con el tal Carrillo y sus diabólicas fechorías, hasta el punto que logró que muchos de sus alumnos acabáramos detestando la religión católica para abrazar el ideal de Santiago Carrillo, lo más parecido que habíamos descubierto hasta el momento a la supuesta vida y obra de Jesús. Contando once años llegué a pensar, ahora lo confieso, que la Sor era una enviada del Demonio y Don Santiago un apóstol resucitado. A menudo los profesores nos soltaban la perorata que no se atrevieron a mencionar la noche anterior en una cena entre colegas. Ahí el resultado. Por cierto, la Sor jamás se pronunció sobre la pértiga que usaba Franco para hacer piruetas entre los mandamientos de la ley cristiana, claro que era la hora de Su religión y podía hacer con ella lo que le viniera en gana.

"El bueno" las mataba fumando

Utilizamos a menudo la expresión “real como la vida misma”, sin embargo, para escuchar la también válida “real como la muerte” deberemos repasar la filmografía entera de Sergio Leone, y aún así. Esto sucede porque en realidad no creemos en la muerte, por eso seguimos fumando. Alguien preguntó una vez “¿Cómo sé que puedo confiar en usted?”, “Confiando” fue la respuesta. Y esa es la única manera para dejar de fumar: confiando en que vale la pena.

Octavio Capó Truyols                                      Es Mascle Ros