LA CRISIS ACABA CON
E.T.A.
Si
E.T.A. quiere emitir un comunicado debería repartir octavillas, y no tener a
toda la prensa a sus pies.
Lo
último que deseaba E.T.A. es que el País Vasco lograra por fin su
independencia del estado español, ya que tal circunstancia anularía el pretexto
para seguir funcionando como banda terrorista. Del mismo modo que la
manifestación divina en forma humana acabaría con el judaísmo, cuyo principal
sustento consiste en asegurar que Dios
todavía no ha hecho acto de presencia física, pero que en esas estamos.
E.T.A.
no es una organización política anticonstitucional, sino una banda armada organizada
que utiliza un pretexto político (que en absoluto le importa) para extorsionar
al pueblo vasco, sobre todo al sector empresarial, con el único fin de
subsistir como negocio. La iglesia católica, y probablemente la totalidad de
las restantes, se dedican también a la extorsión, con estos medios y con otros,
como la amenaza del castigo eterno. La amenaza es un eje común de tales instituciones,
el dinero y el poder son también objetivos afines.
El perfil rasgado para la vista lo dice todo:¿A que doy miedo? |
Este
último, el poder, resulta de suma importancia de cara al individuo y con
independencia de la pandilla u orden a que pertenezca. El poder consiste en la
capacidad de infligir dolor, causar mal o daño al prójimo. Tener el poder
significa por si solo ser dueño de un arma potencialmente dañina, como pueda
ser la de dar una orden que será obedecida sin rechistar. Uno puede, por
ejemplo, tener el poder y estar preparado para no ejecutarlo hasta verse en
medio de una situación de peligro extrema. Es el caso del ideal de gobernante
según Platón, quien además exigía
como requisito que el candidato manifestara un sincero rechazo a ejercer el
mandato. Las artes marciales orientales enseñan a adquirir un poder que no debe
ser ejecutado, lo que requiere una fuerte disciplina y la aniquilación del ego.
(En algunos barrios de Palma, cada vez más, se dan muestras de esta falta de
disciplina)
Ejecutar
el poder, como es el caso de los adolescentes que tratan de acercarse a E.T.A.,
en su mayoría procedentes de barrios marginales, persigue encontrar en la
sociedad, en su pequeño alrededor, una cosa que a menudo se confunde con el
respeto y que se llama “miedo”. No sabemos hasta donde puede llegar el ser
humano cuando se trata de nutrir un ego famélico, pero tenemos de sobra
innumerables ejemplos estremecedores.
El
gobierno no ha puesto fin a E.T.A. De haber sido así, los integrantes de la
banda hubieran hecho entrega de las armas a cara descubierta y se habría puesto
en manos de la justicia sin mediar negociación alguna. Inmediatamente después,
el País Vasco adquiriría un trato fiscal afín al resto de comunidades
autónomas. Ha sido la crisis, sólo eso. La policía española podría haber puesto
fin a E.T.A., pero siempre se le ha interpuesto el gobierno. Todo aquello que
aporte victimismo hoy y triunfalismo mañana favorece a un ejecutivo cuyo
proceder exige mantener a la opinión pública en un permanente sopor. Pero la perdurabilidad
de E.T.A. no es acuñable tan solo al gobierno. El mayor responsable de la
longevidad de la pandilla armada ha sido la prensa española.
Cada
vez que los periódicos sacaban en primera página un atentado de la pandilla en
cuestión no hacían sino alentar el siguiente asesinato. El reportaje central,
con fotografías del Guardia Civil
asesinado y de los restos de sangre impregnando el suelo, el testimonio de los
testigos, dónde fue robado el coche con el que huyeron los asesinos y el
consiguiente descubrimiento de un piso franco abandonado constituyen la
munición con que se perpetrará el próximo atentado. ¿Qué hubiera ocurrido si
después de una masacre la policía realizara las pesquisas necesarias pero la
prensa no hiciera eco alguno de la noticia, no emitiera siquiera un mínimo
comunicado en una miserable esquina? Nunca lo sabremos, pero sí sabemos que
esto no sería lo que esperaba E.T.A. de su aliada ciega (?). Cada vez que la
pandilla convoca una rueda de prensa tiene inmediatamente a todas las emisoras
a sus pies. Si E.T.A. quiere emitir un comunicado debería tirar de
fotocopiadora y repartir octavillas.
¿Qué hace aquí esta foto? |
¡Ah! Se me olvidaba: “Heu passat un bon estiu? Ha fet calor al Regne
de Mallorca? Encara convidam al rei d’Espanya a passar ses vacances a Can Saridakis?
Estic molt content d’haver tornat i esper que voltros també”.
Octavio
Capó Truyols Es Mascle Ros
Benvingut Octavio, ja trobava a faltar es teus articles.
ResponderEliminarper cert, ja es poden escriure comentaris amb s'Ipad...
ResponderEliminarGràcies Anónimo. Has provat d'escriure cap comentari amb s'Ipad?. Si no pots ho arreglaré aquesta setmana.
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